Los organismos del Estado no son ajenos a este tipo de ataques, al tiempo que las consecuencias son cada vez más complejas. Y esta vez le tocó al Poder Judicial de Córdoba. Todo comenzó con un solo click.
A mediados de este mes se dio a conocer la situación por la que estaba atravesando la Justicia de Córdoba: un ciberataque afectó su infraestructura de tecnología y comprometió la disponibilidad de algunos servicios informáticos. Además, su sitio web estuvo caído por varias horas, incluso días. Trámites electrónicos de expedientes judiciales fueron suspendidos y se declararon cuatro días inhábiles mientras se trabajaba en un plan de contingencia para solucionar la situación.
Según informó el periodista Luis Zegarra, se estima que se trató de un ataque ransomware PLAY, que facilitó un mail para iniciar una negociación por la información cifrada. Sin embargo, el pago de un rescate no estaba dentro de las posibilidades y además se contaba con un backup. Por otro lado, especialistas indicaron que se verificó la integridad de la información, "que no ha sido adulterada y no se han perdido o dañado sus registros".
Los ataques continúan en auge, optimizando sus procesos, volviéndose más complejos, estudiando a sus víctimas y siendo cada vez más dañinos. La moraleja suele ser un factor común: la capacitación de los colaboradores es fundamental ya que el factor humano es decisivo en estas situaciones.